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PAPEL EN EL ACOLCHADO DE LOS CULTIVOS COMO ALTERNATIVA AL PLÁSTICO

Un proyecto liderado por INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias) en colaboración con la empresa Smurfit Kappa, está ensayando diferentes tipos de papel que puedan sustituir al polietileno que habitualmente se utiliza en el acolchado de cultivos hortícolas y que supone una amenaza para el mediombiente.

“Se trata de un proyecto que está ensayando diferentes tipos de papel que puedan sustituir al polietileno que habitualmente se utiliza en el acolchado de cultivos hortícolas y que supone una amenaza para el medioambiente. Este trabajo es especialmente relevante desde el punto de vista de la prevención de residuos en el sector agrícola, ya que la mayor parte de los acolchados de hortícolas se realizan utilizando plásticos cuya gestión y tratamiento como residuos es muy compleja y con bajos índices de reciclado”, explicaba ayer jueves Amaya Uribarri, especialista de INTIA en cultivos de invernadero, a lo largo de una jornada de visita a los ensayos que se están realizando para sustituir los acolchados plásticos en cultivos hortícolas de invernadero.

Hasta el momento, en las experiencias realizadas en los invernaderos de la finca de INTIA se han utilizado dos tipos de papel —de color marrón y de color negro—, de distintos gramajes —peso del papel por metro cuadrado— y sobre los principales cultivos de invernadero en Navarra: tomate y lechuga (en este caso probando hasta cuatro fechas distintas de plantación).

Papel como alternativa al plástico

Todos ellos se comparan con el uso polietileno en parámetros como facilidad de colocación, temperatura y humedad que alcanza el suelo con el acolchado, desarrollo del cultivo, desarrollo de malas hierbas y degradación posterior del material, y los resultados hasta el momento son.

El papel es sencillo de colocar, aunque se puede contraer por la humedad, y de momento no se suministra troquelado.

Mantiene la temperatura adecuada en el suelo, lo que permite un buen desarrollo del cultivo, a diferencia del polietileno con el que se registran variaciones de temperatura en función de la época del año. Utilizando papel de color negro se registran temperaturas más altas que con el marrón.

En cuanto a la malas hierbas, el papel mantiene muy bien el control en invierno. En primavera, el de color negro funciona mejor que el marrón porque deja pasar menos luz, y en verano, como el ciclo de la lechuga es muy corto, no hay problema de malas hierbas porque su desarrollo en ese plazo no es suficiente para llegar a romper el papel.

Respecto a la humedad, el papel negro la retiene comportándose como un plástico y luego se evapora, y el papel marrón se empapa y luego le cuesta más tiempo secarse.

Y, finalmente, en cuanto a la degradación, los dos papeles aguantan el tiempo suficiente para cubrir el ciclo del cultivo. Después se pica y se incorpora al suelo sin ningún problema. Al mes se realizaron controles de degradación y se vio que prácticamente había desaparecido.

Fuente: http://diariodegastronomia.com/

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