Aunque el proyecto de una reforma fiscal por parte del Gobierno era crónica de una muerte anunciada, para el sector turismo su contemplación para minimizar o eliminar los incentivos que recibe del Estado, resultó ser una “desagradable sorpresa”.
Así lo externó Ernesto Veloz, presidente de la Asociación de Hoteles y Proyectos Turísticos de la Zona Este (Asoleste), quién además dijo que el sector en general lamentaría y sentiría de forma negativa la eliminación del mismo, pues a lo que se aspira es que sea una reforma de consenso, que se puede mejorar, hacer ajustes, reducir algunas cosas, “pero no que se eliminen los incentivos porque sería un mal mensaje que el Estado estaría enviando de que está cambiando las reglas del juego”.
“Nos hemos quedado sorprendidos, no gratamente porque siempre se había hablado de las intenciones desde el Ministerio de Hacienda de eliminar las herrramientas de competitividad que tiene el sector, pues no es un regalo, entiendo que las exenciones que tiene el sector turismo son herramientas para competir con los demás destinos”, agregó.
En ese sentido, manifestó a arecoa.com que el país, por el momento, cuenta con un 24% en rentabilidad por debajo de los demás destinos competidores, o sea, “que no tenemos todavía las herramientas necesarias para competir en igualdad de condiciones”.
“Sería realmente fatal para el sector que nos eliminaran los beneficios que tenemos en la actualidad. Ha sido demostrado que después que se generalizaron los incentivos al desarollo hotelero, hemos tenido muy buenos resultados”, enfatizó.
Con relación al planteamiento de que la eliminación de los incentivos se producirá en destinos “desarrollados” como Punta Cana, Veloz explicó que la zona Este no se ha terminado de desarrollar, ya que entiende que la ocupación de la zona no está a tope, hacen falta habitaciones y más inversión.
“Prevenir es mejor que lamentar y da mejores resultados. No dañemos Punta Cana porque se piense que está desarrollada, si estuvieramos totalmente desarrollados, tuvieramos un 100% de ocupación y no necesitaríamos habitaciones, sin embargo, estamos necesitando habitaciones en la actualidad.
Asimismo, dijo que realmente la única diferencia que tiene Punta Cana es constancia como destino, que ha servido para lograr el desarrollo que goza hoy día y que aún le falta.
El directivo, puntualizó que una de las cosas más importantes que ha tenido el gobierno de Luis Abinader es que ha gozado todo el tiempo de reglas claras y entiende que el cambio dejaría un “mal sabor” en las reglas del juego ya establecidas y que sí funcionan.
