Por Bolivar Mejia
Santo Domingo. Touratabex.com. Cuando la pandemia del Covid 19 llegó a su punto más álgido, el turismo a nivel mundial se desplomó. Las autoridades dominicanas apelaron al turismo interno para ayudar al sector nacional a capear la situación, para lograrlo establecieron programas de incentivos al turismo interno, porque ya no llegaban extranjeros al país. Impulsados por el presidente Luis Abinader y el Ministro de Turismo David Collado, un grupo de empresarios de la Banca Nacional dieron facilidades de crédito blando, para paquetes vacacionales, al tiempo que los empresarios turísticos, hacían ofertas entre un 20 y hasta un 50% de descuento para atraer el turismo interno del país. Acción que rindió frutos y fue alabada por empresarios y el gobierno por los buenos resultados, logró salvar muchos empleos.
La clase media dominicana que es la que posee cierto poder adquisitivo para hacer turismo, harta del encierro respondió al llamado; la clase menos pudiente a su manera, también se manifestó, a través de tours y visitas a los atractivos turísticos nacionales los fines de semana. Es decir el turista dominicano pese a los exiguos recursos de la población durante la pandemia, jugó su papel y de un 3 por ciento antes de la pandemia, el turismo interno subió, a un no despreciable 35 %, durante la crisis de salud, y si tomamos en cuenta que el Banco Central solo mide Hoteles y Restaurantes, los números se quedan cortos, puesto que hoy día el turismo en la República Dominicana, es mucho más que eso, por lo que las proyecciones debieran rondar casi él 50%. Por eso él Banco Central debe poner a funcionar la Cuenta Satélite para medir la actividad turística a toda su capacidad.
Por lo anterior expuesto, nos extraña una información que circuló durante la pasada semana Santa, atribuida a la cuenta de instagram del periodista de CDN Felix Victorino, quien planteó 7 puntos por los cuales los hoteleros solo dispusieron de un 10 por ciento o menos en sus disponibilidades de reservas, para él turista interno, durante él asueto de la semana mayor, o las siete razones para limitar reservaciones de los dominicanos en los hoteles.
No se de donde extrajo Felix Victorino estas razones, pero pasaremos a desmontarlas una por una:
1.- Se sirven la comida como que nunca han comido en la vida. Que un cliente coma mucho, no perjudica a los empresarios del sector, ya que la comida que se sirve en los establecimientos todo incluido está dispuesta para que los comensales dispongan de ella ese día, usted se puede comer toda la que le quepa y si tenemos en cuenta que de la comida que se sirve se desperdicia entre un 25 y un 30%, entendemos que un dominicano comilón, cuando llega a un hotel más que un daño, hace un favor, porque ese día tiraran menos comida a la basura. La comida que no se aprovecha, no se puede usar al otro día.
2.- Se llevan a sus casas las toallas, almohadas y jabones de las habitaciones. Esto sucede con la mayoría de los turistas dominicanos o extranjeros; pero supongamos que el activo en ropa de cama del hotel almohadas y toallas pueden mermar en el inventario si los clientes los sustraen, pero esta posibilidad está contemplada dentro de la contabilidad de todo hotel en el mundo. Por otra parte, los jabones se colocan dos o tres pastas en una habitación que se entiende serán usadas. Si a un cliente le queda una, es raro que no se la lleve como souvenir.
3.- Llevan bebidas escondidas para consumo interno. Si el hotel es todo incluido, se supone que la bebida está incluida, no hay razón para que una persona además lleve su bebida, si ya la pagó en el paquete y en caso de que la lleve, solo beneficia al establecimiento, puesto que la bebida dispuesta para ese cliente, le quedara en el inventario al hotel para ser usada por otro.
4.- Suelen pelear entre grupos. Los pleitos entre grupos, incluso entre familiares, puede ocurrir entre cualquier tipo de nacionalidad, sobre todo cuando se pasan de tragos, cuando una persona toma mucho, puede tener todos los grados educativos encima, pero todo eso se pierde entre la bruma etílica y pueden surgir camorras de cualquier nacionalidad, no solo dominicanas.
5.- “Piropean” y “acosan” a los extranjeros: Bueno, es parte de nuestra cultura piropear, el acoso es un acto ilegal que puede acarrear sometimiento a la justicia, por tanto me imagino que muchos dominicanos en esos lugares han sido demandados por esta práctica, porque el extranjero que se siente acosado, apela a la justicia.
6.- Se meten sucios e inapropiadamente a las piscinas: Es posible que esto suceda, pero no solo con los dominicanos, un extranjero también lo puede hacer sobre todo con unos tragos en la cabeza y por cultura generalmente estos son más desaseados que los dominicanos.
7.- Se sirven comida que no se comen, la dejan fuera de los envases para coger por capricho otro tipo de alimento que tampoco se lo terminan. Esto lo respondí en el primer punto, pero vuelvo y repito son actitudes propias del turista de cualquier nacionalidad y que sucede mucho en las instalaciones todo incluido, este tipo de turismo es el más barato y los turistas que visitan estos lugares del exterior, no son los más educados. La industria turística dominicana cojea de algunas patas, no es es justo que encima traten de degradar nuestra autoestima como ciudadanos de un país, del cual se lucran.
Y como colofón les dejo estos datos:
La mayoría de los españoles, el 79%, confiesa realizar pequeños «robos» durante su estancia en los hoteles, sustrayendo los artículos de la habitación, un 89% declara llevarse cosas muy de vez en cuando y el 11,3% afirma no haberlo hecho nunca. En el caso de los ingleses las excusas son las mismas, pero las proporciones se invierten. No existe, por tanto, el sentimiento de culpabilidad entre los españoles, aunque sí para algunos ingleses, para el 11,7%. (Redacción Hosteltur)
Esto nos demuestra que donde quiera se cuecen habas y si eso sucede en países con cierto grado de desarrollo, imagínese que no pasará con los ciudadanos de una sociedad subdesarrollada, donde los niveles educativos dejan mucho que desear, por lo tanto el asunto no se trata de estigmatizar a los dominicanos, sino de orientarlos sobre la importancia del turismo y de qué forma podemos contribuir a que este sea mejor, para los visitantes, que con sus dólares contribuyen al fortalecimiento y crecimiento de nuestra economía. Es tiempo ya de comenzar a formar el Ciudadano Anfitrión y que las empresas turísticas, agencias de viajes y tour operadores locales, comiencen a ejercer lo que les toca en Responsabilidad Social Corporativa.