Moviéndose en círculos y sin dirigirse a ningún destino, así viajan varios cruceros de dos compañías que parten desde Singapur: nueva modalidad de viajes turísticos en tiempos de miedos y de pandemia.
Como ya antes aerolíneas asiáticas, que hacen despegar sus aviones solo para dar vueltas y regresara con sus pasajeros al mismo aeropuerto, algunas empresas dedicadas al viaje de ocio a través de los océanos propone una salida y un paquete turístico que no conduce a ningún lugar en específico.
Royal Caribbean Internacional y Genting Cruise Lines, dos de las líneas de cruceros más grandes del mundo, han ideado un programa en el que los pasajeros, ya que no se les permite desembarcar en ningún puerto, sí pueden disfrutar de las instalaciones del buque, así como de la comida y el clima a bordo.
Los nuevos turistas pagarán cientos y hasta miles de dólares para dar vueltas en círculos.
De acuerdo con un reporte de MarketWatch los navíos ya han recibido la luz verde para navegar desde el puerto de Singapur, luego de que las autoridades políticas y administrativas también hayan concedido sus respectivos permisos.
La nueva decisión comercial será una buena noticia para Royal Caribbean y para Genting, dos compañías que se han visto muy afectadas, junto con otros operadores, por el impacto de la pandemia de coronavirus en el turismo a nivel mundial.
Sin embargo, los responsables de los cruceros han sido advertidos especialmente de la rapidez con la que el coronavirus suele propagarse dentro de espacios cerrado. También se les ha recordado que no pocos países han impedido que los barcos con personas infectados atraquen y dejen desembarcar a los pasajeros en sus puertos.
En febrero pasado, el Diamond Princess fue puesto en cuarentena en el puerto de Yokohama, en Japón.
Es por ello que la Junta de Turismo de Singapur ha desarrollado su programa CruiseSafe, con nuevos y estrictos procedimientos de seguridad que buscan proteger a los pasajeros del coronavirus de COVID-19, y está trabajando con los ejecutivos de las líneas de cruceros para poner a prueba a un número limitado de estos viajes “a ninguna parte”.
La modalidad que apenas es un paseo por el mar con las comodidades de un hotel flotante evita que los pasajeros desembarquen y se contagien o propaguen el virus en diferentes puertos.
El proyecto reconoce que los pasajeros no podrán disfrutar de los lugares de interés en otras ciudades ni de la experiencia de visitar diferentes países, sí insiste en que estos podrán apreciar las instalaciones, la comida y el clima a bordo.
El Quantum of the Seas, perteneciente a Royal Caribbean, navegará hasta cuatro noches en diciembre, saliendo y regresando a Singapur, y será exclusivo para pasajeros nacionales.
“Mucho ha cambiado, pero algunas cosas siguen siendo las mismas: cuando se vacaciona con Royal Caribbean, la salud y la seguridad siguen siendo nuestra principal prioridad”, según consta en la página web de la compañía.
“Nos hemos asociado a los principales expertos en salud y al Gobierno de Singapur para diseñar nuestro plan”, recalca.
“Trabajando muy de cerca con el gobierno de Singapur, Dream Cruises recibió la aprobación de las autoridades locales para iniciar un plan piloto basado en los estrictos y mejorados protocolos de salud y seguridad de la compañía, que se complementan con su ejemplar historial de seguridad durante sus primeros dos meses de operaciones en Taiwán”, expresó en un comunicado Genting’s Dream Cruises, cuyos primeros buques zarparán en noviembre.