Santo Domingo, D.N.- La Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo celebró el 246 aniversario de la independencia estadounidense con una recepción presidida por el encargado de negocios, el señor Robert W. Thomas, con la asistencia del presidente Luis Abinader y el ministro de Relaciones Exteriores Roberto Álvarez como invitados de honor.
Durante sus palabras de bienvenida, el señor Thomas resaltó la importancia de la independencia y el simbolismo en la cultura y educación de los Estados Unidos. Asimismo resaltó los fuertes lazos que nos unen y los logros compartidos por ambos países. Aseguró que “la acción -la renovación constante, el pulido, el perfeccionamiento- de nuestra democracia es precisamente lo que une tan estrechamente a los Estados Unidos y a la República Dominicana. El rojo, el blanco y el azul de nuestras banderas representan la idea de que nuestros pueblos pueden y deben gobernarse a sí mismos, y que todos estamos comprometidos con la labor continua de perfeccionar nuestro gran experimento democrático”.
El evento inició con la presentación de las banderas realizada por el Cuerpo de Infantería de los Marines de la Embajada, seguido de los himnos de ambos países entonados por el coro del Instituto Cultural Domínico Americano. También contó con la presentación musical del saxofonista estadounidense Rene McLean junto a la banda dominicana de jazz Aumbata.
El evento contó con la presencia de líderes gubernamentales, políticos y empresariales, así como de egresados de programas de intercambio del gobierno estadounidense.
Acerca del Día de Independencia
El 4 de julio de 1776 marca la fecha en la cual los padres fundadores firmaron la Declaración de Independencia. Desde entonces, la fecha se conmemora como el Día de la Independencia de los Estados Unidos. Cada año los estadounidenses disfrutan de fuegos artificiales, conciertos y otras actividades festivas. Esta fecha simboliza el progreso y cambio constante en la cultura estadounidense. El canal de Erie, el Monumento a Washington, los ferrocarriles de Baltimore y de Ohio (las primeras obras públicas construidas en el país), todos son construcciones que se iniciaron un cuatro de julio.