COOPERSTOWN, Nueva York – Entre Adrian Beltré y Nelson Cruz, se dispararon 941 jonrones a nivel de Grandes Ligas. Y cuando el dúo dominicano coincidió en los Rangers del 2011 al 2013, se combinó para 178 cuadrangulares (98 de Beltré, 80 de Cruz).
Ahora que ambos participaron juntos en las actividades del Juego de Estrellas en Arlington, Texas – incluyendo a Cruz siendo uno de los coaches del manager Beltré en el Equipo de la Liga Americana para el Juego de las Futuras Estrellas – es tiempo de celebrar el magno logro individual de Beltré, desde este domingo el quinto dominicano exaltado al Salón de la Fama en Cooperstown, Nueva York.
“Es motivo de orgullo para todos los dominicanos”, dijo Cruz acerca de la exaltación de Beltré, quien tiene su nueva placa junto con las de Todd Helton, Joe Mauer y Jim Leyland. “En el caso mío, no es así solamente por ser dominicano, sino como fanático del béisbol”.
El paso de Beltré por los Rangers fue inolvidable para todo aficionado del equipo de Texas. Del 2011 al 2018, sus últimas siete temporadas en Grandes Ligas, el oriundo de Santo Domingo conectó 199 de sus 477 bambinazos de por vida, fue convocado a tres de sus cuatro Juegos de Estrellas, ganó tres de sus cuatro Bates de Plata y conquistó tres de sus cinco Guantes de Oro. De esa manera, esencialmente selló su condición de jugador digno del Salón de la Fama. Y de paso, en ese trecho de tres años junto con Cruz en los Rangers, Beltré y “Boomstick” solidificaron una relación amistosa que continúa hoy en día.
“Tuve el placer de jugar con él y formar una buena amistad”, dijo Cruz acerca de Beltré. “Como soy buen amigo de él, la emoción es doble”.
En el invierno del 2010-11, Beltré venía de su única campaña con los Medias Rojas, en la que fue convocado a su primer Juego de Estrellas. Con 49 dobles, 28 jonrones, OPS de .919 y OPS+ de 141 en Boston, el tercera base “reestableció” su valor en el mercado. Terminó firmando a largo plazo con Texas.
“En ese momento, buscaba un equipo en que me pudiera sentir cómodo”, contó recientemente Beltré sobre ese proceso, que incluyó una seria consideración de volver a la Costa Oeste, donde había jugado los primeros 12 años de su carrera en los Dodgers y los Marineros. “Pero enfoqué mi búsqueda en un equipo que me pudiera dar buenas posibilidades de ganar una Serie Mundial. Obviamente, los Rangers eran uno de esos equipos y venían de jugar en una Serie Mundial”.
Claro, Texas venía de perder el Clásico de Otoño del 2010 frente a los Gigantes. A partir del 2011, la meta era clara para los Rangers, con Beltré siendo el mayor cañón agregado a la alineación. El antesalista respondió con 32 cuadrangulares, 105 empujadas y OPS+ de 131 en esa primera temporada en Arlington, ayudando a los texanos a alcanzar una segunda Serie Mundial consecutiva.
“Una persona veterana ya. Tenía muchos años jugando béisbol”, recuerda Cruz sobre aquellos tiempos, en que él mismo era una figura bien establecida en el ataque ofensivo de los Rangers. “Trajo mucha estabilidad a la alineación, al clubhouse. Todos aprendimos de él, de su ética de trabajo. Siempre estaba en la alineación y peleaba cuando lo sacaban, así que son mensajes que uno como jugador… cuando ve a un veterano como él hacerlo así, uno trata de imitar eso”.
Curiosamente, la firma de Beltre en aquella temporada muerta significaba que una leyenda ya establecida en Texas, Michael Young, tendría que abandonar la antesala y convertirse en bateador designado. Al principio, Young no respondió bien, pidiendo un cambio. Pero después, aceptó su rol y tuvo una de sus mejores campañas, encabezando su liga con 213 hits, promedio de .338, 106 impulsadas y OPS+ de 125, siendo convocado a su séptimo y último Juego de Estrellas.
“Cuando jugué contra Adrián, lo admiré mucho”, dijo Young en estos días. “Cuando jugué con él, a las 7:00 p.m., cuando se realizaba el primer pitcheo y se prendían las luces, no sólo estaba presente. Estaba ahí para ganar”.
Al fin y al cabo, los Rangers perdieron el Clásico de Otoño del 2011 de una manera bien dolorosa, estando a un out de la corona en dos ocasiones en el Juego 6, sólo para caer en ese partido y luego en el Juego 7 ante los Cardenales. Ganar un título de Serie Mundial es de las pocas cosas que no pudo hacer Beltré, quien fue parte de cinco postemporadas en su carrera, una con los Dodgers y cuatro con los Rangers.
“Estar tan cerca de ganarlo, obviamente es decepcionante”, dijo Cruz, quien al final tampoco pudo ganar un campeonato en Grandes Ligas – pero sí fue parte del equipo invicto de la República Dominicana en el Clásico Mundial de Béisbol hace 11 años. “Sería maravilloso que se hubiera podido lograr, pero se consiguieron otras cosas importantes, en el caso del Clásico Mundial y tener esa bonita experiencia”.