Santo Domingo.- Más de quinientos millones de dólares debieron recibir los trabajadores del sector turístico él año pasado por concepto del pago de la propina del diez por ciento que por ley les corresponde y que los empresarios se apropian de ese dinero de manera ilegal en violacion al Código de Trabajo que así lo establece.
Al hacer la denuncia, la Federación Sindical de Trabajadores Turísticos y la Aviación Civil Dominicana (FESITRATUR) dijo que de forma específica el artículo 228 del Código de Trabajo dice lo siguiente: Que todos los bares, restaurantes, hoteles, cafés, deben cobrar él 10% a la factura del cliente para ser distribuido de forma íntegra entre los trabajadores de sus establecimientos.
Justo Carmona, presidente de Fesitratur, aseguró que las estadísticas emitidas por el Ministerio de Turismo indican que en él año 202, 4,995,412 turistas visitaron el país y que su cálculo precisa que cada uno gasta alrededor de 1000 dólares durante su estadía, los ingresos recibidos por ese motivo fueron 5,000, 407,412 dólares.
Sostuvo que si a los clientes se les aplicó la ley sobre él 10% de las propinas, entonces los empresarios se apropiaron, con rango incluso de estafa de unos 500,040,741.2 dólares que debieron ser repartidos entre los trabajadores turísticos.
Ante esta situación, Fesitratur inició demandas en los tribunales para poner término a lo que calificó como un abuso que se comete desde hace años contra los hombres y mujeres que laboran en los centros turísticos.
Carmona dijo que igual estafa ocurre con las bonificaciones de dichos trabajadores, a quienes se les entrega de manera informal y de tiempo en tiempo, lo que los empresarios llaman una gratificación y cuyas cantidades no superan en la mayoría de los casos, ni siquiera el sueldo de ley.
Fesitratur llamó al gobierno a incluir en la seguridad social, así como al plan de “Vivienda Feliz”, que anunció él presidente Abinader, a los trabajadores de los aeropuertos, vendedores playeros, artesanos, operadores de Jet Ski, guías turísticos entre otros. Además que las autoridades lleven los programas de ventas populares a los polos turísticos para abaratar los costos de la canasta familiar de los trabajadores turísticos del país.